3 consejos para pasar un día de playa con tu perro.
Afortunadamente, cada vez son más las playas que permiten la entrada a los perros. Porque seamos sinceros, ¿qué sentido tiene no hacerlo?
Sin embargo hoy os queremos dar algunas indicaciones que deberíais de seguir para no tener ningún problema y que paséis un día divertidísimo.
Prepara una bolsa con las cosas de tu perro.
Pues sí, ahora tienes que encargarte de dos bolsas de playa, la tuya y la de él. En la tuya ya sabes que echar, ¿y en la de él? No te puedes olvidar:
Los papeles de nuestro perro, igual que te llevas tus documentos de identidad te debes llevar los de él. No sabemos qué puede pasar.
Para los momentos en los que tenga sed, no le puede faltar una botella de agua y un bebedero donde pueda ingerirla de forma cómoda. Tampoco pueden faltar sus recetas KOME, para que pueda ir reponiendo energía.
Hay perros que se lo pasan teta jugando con el agua y la arena y otros a los que no les atrae tanto esta idea. ¡No te olvides llevarte un juguete!
Sobra decir que la playa tenemos que dejarla igual o más limpia que como la encontramos, así que no podemos olvidarnos sus bolsitas para recoger las deposiciones.
Y una crema solar, claro que sí. Una para protegerle del sol aplicándola sobre las zonas con pelaje escaso como abdomen, orejas, hocico, párpados o un poquito más extenso si son razas de poco pelaje.
No te olvides la sombrilla, tanto para ti como para él, la sombra siempre va a ser muy agradecida.
Ya en la playa
Una vez que estéis en la playa comprueba que bebe agua a menudo, pero evita que sea agua salada que a veces se ponen a meter la lengua donde no deben. ;)
Precaución al mediodía, la arena quema mucho y puede llegar a ocasionarle alguna quemadura en las almohadillas de nuestro perrete, aunque le hayamos echado un protector solar no evitará el dolor.
No le quites ojo, jugar y correr son actividades que seguramente le gusten mucho a tu perro pero es una zona extensa, probablemente con mucha gente y es posible que pueda perderse o que se ponga muy nervioso y se desoriente si no te ve. Además, depende del día el agua puede conllevar algún riesgo, así que siempre vigilado.
Y si tu perro a veces es más pez que perro y se vuelve loco con el agua, cuidadito. Busca una zona poco profunda donde pueda darlo todo con total seguridad, asegúrate que la playa cuenta con bandera verde y por tanto es segura para el baño.
Antes de dejar suelto a tu perro echa un vistazo para que no haya vidrios rotos, latas u otros objetos que puedan lastimarlo.
De vuelta a casa
Dale un baño para retirar toda la sal y la arena que pueda tener en el pelaje.
Echa un vistazo a sus oídos y asegúrate de que no le queda ningún resto de agua ni arena, ¡cuidado con las otitis!
Y con estos sencillos consejos ya puedes disfrutar de un día de gamberrismo playero con tu perrete. ¡A disfrutar!