¿Cómo y por qué hacerle un masaje a tu perro?
Tú y yo lo sabemos: después de un duro día, o uno no tan duro, pocas cosas se nos ocurren más reconfortantes que recibir un masaje de quien más quieres, para liberar tensiones, relajar músculos y hacerte sentir lo especial e importante que eres para él. Por eso, hoy te explicamos cómo hacer un masaje a tu perro él también merece disfrutar de este placer, beneficioso para su salud y que refuerza el vínculo entre vosotros. Os invitamos a conocer a grandes rasgos la importancia de esta técnica terapéutica.
Estos son los principales beneficios para él:
Con los masajes, se dilatan los vasos sanguíneos, de forma que mejora la circulación y se previenen las enfermedades cardiovasculares.
No convertiremos a tu pequeño huracán en una balsa de aceite, pero los masajes disminuyen el estrés y ayudan a reducir nervios y ansiedad, ayudando a que ese torbellino imparable pueda ser un perro algo más tranquilo y sociable.
Al masajearlo, palparemos zonas que no están a nuestro alcance cuando lo acariciamos, de modo que podemos detectar algún bulto o anomalía que pueden ser importantes para vigilar su salud.
Achucharnos nos hace aún más amigos: Tu perro seguro entenderá tu gesto de amor y vuestro vínculo se hará aún más fuerte.
¿Cómo hacer masajes para perros?
Asegúrate de que estáis en un ambiente tranquilo, en un espacio y momento que para él sea sinónimo de bienestar.
Inicia el masaje en su nariz, cuando esté calmado, primero con los dedos, hacia el cuello, empleando luego toda tu mano.
Empleando la yema de los dedos, realiza pequeños círculos a ambos lados de su cara, sobre su cabeza y sus orejas.
Continúa por el área del cuello, con movimientos circulares, notarás cómo la piel se estira, entonces levántala delicadamente y apriétala con suavidad.
Ahora baja hacia los hombros, con movimientos lentos y circulares.
Ahora, masajea su espalda y cadera, primero con pequeñas sacudidas con tus dedos para causar vibraciones; tras varias repeticiones, utiliza tu mano para ir bajando y acariciarle cubriendo todo el cuerpo.
Por último, masajea sus patas de arriba abajo y haz lo mismo en la zona del pecho.
Debes tener en cuenta que es recomendable comenzar con sesiones cortas, de 5 a 10 minutos, al principio a tu perro le puede parecer algo incómodo, poco a poco os iréis acostumbrando. Por otra parte, recuerda NO hacerle masajes si tiene heridas abiertas, fractura, tumores, indicios de infección o si le han hecho una cirugía reciente.
Si notas que al tocarle en ciertos lugares llora o se queja, ten en cuenta que puede tener un problema en esa zona, consulta siempre con tu veterinario.
Y esto no deja de ser un momento agradable para ambos, evita movimientos bruscos que pudieran lastimarle; deja las terapias intensas para un especialista….