¿Cómo detectar y prevenir la obesidad en perros?
Con el nuevo año, Enero, aprovechando la cuesta, se carga de buenos propósitos para mejorar nuestra salud y bienestar… Y sin duda deseamos lo mismo para todos los miembros de nuestra familia, incluyendo a los de cuatro patas.
No hay duda de que muchos de los problemas de salud en los perretes, tanto física como mental, pueden prevenirse con un estilo de vida saludable y una buena alimentación. Para conseguirlo, te contamos algunas claves:
Ofrecer a nuestros compañeros suficiente estimulación mental y física, acorde a sus características particulares, como edad, raza, carácter o estado de salud. Así podrá canalizar su energía y estar equilibrado.
Proporcionarle una alimentación adecuada, completa, equilibrada, teniendo en cuenta sus necesidades es fundamental para su salud y ayudará a prevenir un problema frecuente, pero que generalmente se puede evitar y solucionar: el sobrepeso y la obesidad. Es más, los datos señalan que la enfermedad actual más común entre los perretes de los países desarrollados, es la obesidad.
Son muchas las causas: exceso de comida, dieta inadecuada, genética (hay razas más predispuestas a sufrir obesidad, como el Carlino o el Labrador, por ejemplo), falta de actividad física, factores hormonales o el envejecimiento.
También existen otros factores de riesgo que contribuyen al sobrepeso en perros como la genética (existen razas más predispuestas; como el Labrador, el Carlino, el Beagle o el Teckel); el estilo de vida (la falta de actividad física); los factores hormonales (la esterilización y determinadas enfermedades endocrinas); o el envejecimiento del animal.
La cuestión es que la obesidad tiene efectos negativos sobre la salud de los perros, se ha demostrado que disminuye la esperanza de vida y predispone a sufrir otras enfermedades; además complica que puedan hacer ejercicio y les hace más intolerantes al calor, empeorando su calidad de vida.
Hay una serie de criterios que permiten clasificar a tu “gordito” en una escala en la que el 1 sería falta de peso y el 5 obesidad, en el 3 encontraríamos el “peso ideal” Te los explicamos:
Las costillas deben palparse al pasar la mano sobre ellas, pero no deben ser visibles.
Si lo miras desde arriba, debes poder distinguir su cintura.
Al mirarlo de perfil, el pliegue abdominal debe estar definido.
Las vértebras lumbares deben palparse también.
Si ves que tu perrete tiene más bien silueta de barril…¡es hora de echarle una pata para ponerse en forma! Para conseguirlo, tienes que tener en cuenta:
Conocer la ración exacta de alimento que necesita y no llenar el comedero hasta los topes como lo haría tu abuela contigo en la cena de nochebuena…
Ofrecerle alimentos naturales y de calidad, en función de sus necesidades (de eso en KOME sabemos mucho, ¡pregúntanos!)
Ayudarle a “komer bien” El número de veces que coma tu perrete, va a depender de diversos factores, como edad, tamaño y estado de salud. Normalmente, los perros más jóvenes y pequeños necesitan que repartas la comida en más tomas y los perros de más tamaño nunca deben realizar actividad física justo después de comer y su ración se debe fraccionar como mínimo en dos tomas.
Si tu perrete tiene siempre mucha hambre, si tiene ansiedad por la comida, puedes probar a usar comederos específicos que ralenticen la ingesta, procura que coma poco a poco y busca juguetes y actividades que ayuden a su estimulación física y mental.
Y recuerda siempre que el veterinario es vuestro mejor aliado y el que mejor conoce las claves para que tu perrete esté sano y feliz: no dudes en consultar con un profesional y sigue sus consejos