5 consejos para enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades fuera
Ampliar la familia siempre es motivo de alegría pero, como ya hemos visto, debemos saber ciertas cosas antes de traer a un perro o gato a tu casa, ya que el momento en el que llegue el nuevo miembro es crucial para empezar a trabajar la convivencia. Si bien es cierto que no podemos controlar lo que vaya a pasar los próximos quince años, es importante que el momento en el que decidimos traer un peludo a casa sea el idóneo en recursos para atenderlo como es debido. Y en este caso, el recurso más valioso a la hora de dar la bienvenida a nuestro colega, es el tiempo.
Tanto si es cachorro como si es adulto, ambos tienen que trabajar para adaptarse al nuevo núcleo: él a su nuevo hogar y sus humanos, y los humanos a las cuatro patitas que van soltando pelos donde antes solo había polvo. Y como todavía no hay fórmula para enseñarles a barrer sus propios pelos, pues nos centraremos en algo más básico como enseñarles a hacer sus necesidades fuera del hogar en 5 simples consejos.
Construye una rutina
Los humanos, al igual que los animales, somos seres de costumbres, por lo que es importante que en el momento en el que llega nuestro amigo trabajemos en una rutina. Evitemos traer a un cachorro con menos de 8-10 semanas ya que es imprescindible que esa primera etapa de vida el bebé esté con su mamá. Lo ideal, si las circunstancias lo permiten, es no separar al cachorro de la matriarca antes de los tres meses. Una vez en casa, trataremos de seguir unos horarios para comer, pasear, jugar, dormir, etc. De esta manera será más predecible adivinar sus necesidades amarillas o marrones.
Observa y supervisa
Básicamente atosigar y acosar al pobre bichillo para entender sus procesos digestivos y de excreción. Esto se puede hacer de manera más sutil para que el pobre no sienta nuestros ojos en la nuca. Gabardina, gafas, peluca y observar y tomar nota de las horas o los momentos en los que nuestro pequeño necesita hacer sus cositas. Pero sobre todo No le regañes cuando haga sus necesidades en casa. Esto, lejos de enseñar, puede incluso confundirles y traer consecuencias que no queremos, así que paciencia y amor, as always.
Anticípate
Dependiendo de la edad del cachorro, podrá contener más o menos su vejiga, así que lo ideal es hacer muchos paseos cortos anticipándonos a los posibles momentos de hacer sus necesidades. Y es que, tras observarlos, muy probablemente comprobemos que los momentos más frecuentes en los que hacen sus necesidades sean all despertarse, después de comer, después de jugar o después de hacer ejercicio y en momentos de excitación. Así que conciénciate de que serás aprovechado para bajar la basura, comprar el pan, subir el correo y un largo etcétera. ¡Y no te olvides de la mascarilla!
Premialo
Y llega nuestro momento favorito: la fiesta. Cuando nuestro colega haga sus necesidades en la calle, lo premiaremos con todo tipo de gestos: alegría, vitoreo, caricias, aplausos e incluso chuches para cachorros. Es probable que los viandantes se te queden mirando pero ¡que la falta de privacidad no intimide tu efusividad!
Constancia y paciencia
Si es jovencito, probablemente por la noche no pueda aguantar sin hacer pipí, así que habilítale una zona con papel de periódico por ejemplo para que desahogue. Y poco más, deberemos continuar con este ritual durante los primeros meses y ser muy constantes. Poco a poco, veremos que nuestro amigo va a preferir la fiesta de la calle e irá asimilando los lugares donde hacer sus necesidades.
Así que eso es todo, al fin y al cabo el secreto para el éxito reside en la constancia, la paciencia, el refuerzo positivo y sobre todo el amor.