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To wash or not to wash, esa es la Catstion

¿Se puede lavar a un gato?

Corren rumores por ahí de que los gatos se acercan menos al agua que sus humanos un sábado noche, pero al parecer esto no es del todo cierto. Al fin y al cabo, existen razas de mininos, como el Bengalí a los que les gusta jugar con el agua, e incluso son excelentes nadadores, pero reconocemos que esto es un unicornio en lo que a felinos se refiere. 

No obstante, por norma general, e independientemente de la edad, estos despeluchados son mucho más sensibles al agua que los perros. Por eso, muchas veces, los vemos salir escopeteados cuando abrimos un grifo cerca de ellos, como si hubiéramos abierto una carta de Hacienda, ¿por qué íbamos entonces a tener la feliz idea de bañarlos si no es estrictamente necesario? La realidad es que la mayoría experimenta estrés y angustia a la hora de bañarlos, así que inicialmente no solo no es necesario bañarlos sino que, además, no es recomendable ya que al bañarlos eliminamos su olor y neutralizamos sus feromonas e incluso podemos provocarles la pérdida de los aceites esenciales que contiene su pelaje.

Y es que, aunque la expresión propia de “lavado de gato” se traduzca como el bajo mínimo mundano de la higiene, lo cierto es que los mínimos se pasan horas al día lamiéndose y cuidando de su pelaje. De hecho, son uno de los animales más higiénicos que existen, por encima de muchos humanos seguramente. Vamos, que si por ellos fuera, se ponían posacuencos antes de beber. 

Sin embargo, hay ocasiones excepcionales en las que bañarlo puede ser aconsejable. 

¿Cuándo es realmente necesario bañar a la bestia?

Suciedad

Si has adoptado un gato callejero y está sucio, o si simplemente a tu gato le apasionan los baños de estiércol o es el Frank de La Jungla de tu barrio, es conveniente bañarlo después de una ronda de este tipo (que esperemos que no le dé por hacer muchas) ya que puede ponerse pegajoso e incómodo. Más allá de la superficial suciedad, es conveniente evitar que lama a saber qué sustancias que se le han quedado en el pelaje. 

Alergia, parásitos o infección de piel

Si observas que tu gato detecta insectos en su pelaje, o le ves rascarse muy a menudo es posible que pueda tener alguna alergia en la piel o parásitos. Ya hemos visto que las temidas garrapatas son propensas en temporadas estivales pero también pueden aparecer pulgas, ácaros o piojos, algo que podrían causarle irritación, infección o incluso alguna que otra enfermedad.

Aquí lo ideal es llevarlo directamente al veterinario para que le recete un champú especial y ya si eso pues que se atreva a bañarlo el mismo. Ya le dejarás una buena propina al valiente. 

Productos tóxicos

Cuando el gato se ensucia con productos peligrosos corremos el riesgo de que al querer lavarse él mismo pueda ingerirlos y provocarle alguna enfermedad interna grave. 

Estas son las razones más importantes para justificar un manguerazo a nuestro incondicional, aunque también podría ser conveniente cuando sufren un golpe de calor o si su pelo se ensucia y enreda y no hay manera de quitarle los nudos. 

En conclusión: a no ser que tu gato sea un empírico competidor de Pekín Express, con cepillados habituales y su lengua bastará. 

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